Porque solo nos acordamos de Santa Barbara cuando truena, en estos días que tanto hemos hablado de las olas de calor, del cambio climático y de la eficiencia energética tenemos que plantearnos seriamente que medidas podemos tomar a la hora de hacer cualquier reforma, por mínima que sea.
Y es que, como interiorista creo que tan importante como el resultado estético final es estudiar cómo serán” las tripas” de todas las instalaciones, para optimizar al máximo los resultados y minimizar los consumos y, por tanto, los gastos de mantenimiento.
La mayoría de clientes nos hablan de lo que les afecta el ruido de los vecinos o de las bajantes, pero pocos caen en la cuenta de que, paralelamente al aislamiento acústico , debemos buscar un aislamiento térmico que la mayoría de las viviendas no tiene y que permitirá un mayor bienestar con menor gasto.
Por lo tanto, una excelente inversión .
No es complicado ni muy costoso añadir los aislantes necesarios para cada caso, asesorados por un buen especialista, para conseguir resultados óptimos.
Para ahorrar desde el primer día.